domingo, 30 de junio de 2013

El enfrentamiento a las indisciplinas sociales tarea de todos

Sandino, junio,28-La grosería por encima del diálogo, las  exclamaciones de palabras obscenas y la música a todo volumen a cualquier hora del día y la noche, son comportamientos incorrectos fundamentalmente de niños, jóvenes con los que se tropiezan las personas en su quehacer diario.


Sujetos como estos parece no interesarles los individuos que le rodean al viajar en un ómnibus, al sentarse en un parque, al encontrarse en una oficina de un centro laboral ó simplemente al llegar a casa y retomar las tareas hogareñas o descansar junto a la familia.
De igual manera sucede con la violación del reglamento disciplinario en los centros laborales, la falta de educación formal, el maltrato a los teléfonos públicos cuando no se  logra la comunicación deseada, al golpear la puerta de un ómnibus cuando se demora en abrir, así como manifestaciones de indisciplina en los espectáculos deportivos y festivos, producto a emociones ocasionadas.

Actitudes como estas solo conllevan a deformar la conducta de la personas y  muchas veces estos deterioros sociales incurren en delitos, hay que estar siempre alertas, para evitar que sucedan males mayores.

La tranquilidad ciudadana a lo largo y ancho del país, es una de las conquistas más importantes de la Revolución Cubana,  su preservación  depende de muchos factores de la sociedad que tienen la sagrada  misión de prevenir, enfrentar y combatir  constantemente conductas que puedan perturbarla.

En tal sentido, múltiples son la acciones que se acometen en Cuba, con el propósito de concientizar  a la población en los barrios y núcleos familiares, a través de las organizaciones de masas, de lo imprescindible que es incrementar el trabajo preventivo, donde la escuela, el hogar y la comunidad juegan un papel importante.

Esta batalla, solo puede ganarse con la más amplia participación popular, trabajando para que prevalezca el  buen trato entre vecinos, enseñando a cuidar las tarjas, parques y monumentos presentes en el entorno y combatir conductas ajenas a principios de la práctica social que propugna la Revolución como la ética y moral ciudadana, honestidad, solidaridad y respeto a las persona y a los bienes patrimoniales de la sociedad.
Para los educadores también es un compromiso combatir desde sus trincheras, porque en la mayoría de los casos el antecedente de las indisciplinas graves, puede estar dado por las indisciplinas escolares. Los niños y jóvenes deben aprovechar su tiempo libre sobre la base de crear valores y principios revolucionarios.

Considero que nunca es tarde para  actuar,  que cada cual desde su posición cumpla  el rol que le corresponde, para garantizar una cultura general integral en los jóvenes, pues este país tiene  asegurado algo que muchos países en el mundo no lo tienen y es el derecho de todos a una educación,  que además es gratuita y cuenta con la voluntad política de un gobierno y un Partido en bien de la sociedad.

Periodista: Milady Reina Bernardo Pérez

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