Sandino, feb.16- Lograr el bienestar de los niños y niñas, el respeto y la
atención a sus derechos es una tarea permanente
de la sociedad cubana,
protegidos por un diseño, ejecución y
evaluación de políticas sociales,
programas y proyectos en diferentes áreas que abarcan en primer plano la salud,
la educación y la seguridad social.
Múltiples
son los ejemplos que podemos citar de
los que disfrutan los niños y niñas cubanas en los más de 50 años de Revolución transcurridos.
La satisfacción es desde que está en el vientre de su madre, al nacer y en las
diferentes etapas que recorre durante su vida, con una garantía permanente de atención
médica gratuita, lo que ha permitido que el país muestre resultados satisfactorios
en este indicador.
Desde
que da sus primeros pasos tiene la posibilidad de entrar a un círculo infantil donde permanece durante
las ocho horas que laboran sus padres y
recibe la alimentación necesaria, cumple
con sus horarios de juego, de sueño y
con un personal médico especializado a su disposición, mientras que otros son
incorporados a las vías no formales del programa Educa a tu Hijo, donde son
preparados para su posterior incorporación a la enseñanza primaria.
A
diferencia de otros países en los que los niños desde pequeños exponen su vida al peligro para trabajar
largas horas y ayudar al sostén de la familia,
los niños y las niñas de esta isla, emplean ese tiempo en lo que
realmente le corresponde a esa edad, que
no es más que recibir estudios primarios
y lo absorben de manera gratuita, con
personal de salud especializado en cada escuela.
En
Sandino como en los diferentes
municipios en toda Cuba se cuenta con instalaciones culturales entre
ellas museos, casas de cultura,
bibliotecas, librerías, salas de computación, círculos deportivos, salas de
videos, en los que los pequeñines pueden
emplear el tiempo libre y elevar su cultura general integral, sin
discriminación de razas, status social o algún otro aspecto que pueda herir sus
sentimientos.
No
puedo dejar de mencionar los niños con necesidades educativas especiales ya sea
por limitación física, visual o cualquier otro diagnóstico, quienes logran insertarse en la sociedad luego de haber transitado por escuelas
especiales designadas exclusivamente para ellos con las condiciones mínimas
garantizadas.
Cuba
no tuvo que esperar a que la Asamblea General de la ONU aprobara la Convención sobre los Derechos
del Niño el 20 de noviembre de 1989, sino que desde el triunfo de la Revolución,
estableció garantías constitucionales y
políticas prácticas a favor de la infancia, que antecedieron y sobrepasaron, en
muchos casos, el límite de las disposiciones de la Convención.
Periodista: Milady
Reina Bernardo Pérez
No hay comentarios:
Publicar un comentario