Sin renunciar a nuestra historia…

Sandino, feb.26- Luego del  anuncio del restablecimiento de las relaciones diplomáticas del 17 de diciembre de 2014 por los  Presidentes Raúl Castro y Barack Obama, como es lógico el pueblo cubano y norteamericano se llenó de optimismo y esperanzas, dado por   las oportunidades que  pudiera ofrecer  en algunas esferas la nueva coyuntura y la posibilidad de un mejor futuro para ambas naciones.

Aún cuando se trata  de un paso histórico es preciso sentarnos a meditar,  reflexionar en torno a  lo vivido a lo largo de estos 55 años  por los cubanos, centrémonos por ejemplo en  la política de sanciones de Estados Unidos contra Cuba,  la Ley de comercio para el enemigo (1917), Ley para el Banco Interamericano de Desarrollo (1959), Ley de Asistencia al Exterior (1961), Ley de Ajuste Cubano (1966),  Cuba en la Lista de Países Terroristas  (1982), Ley para la Democracia en Cuba (Torricelly; 1992 Ley para la Libertad y Solidaridad Democrática Cuba (Helms-Burton; 1996) Informes para una Cuba Libre  (Plan Bush; (2004-2006).
Todas esas leyes tenían el mismo  propósito que era como dijera Lester I. D. Mallory, Vicesecretario Asistente del Departamento de Estado para Asuntos Interamericanos el  6 de abril de 1960  debilitar la vida económica de Cuba ... privarla de dinero y suministros... Provocar el hambre, la desesperación y el derrocamiento del gobierno”.  Estrategia que más tarde fue recrudecida  por  las 11 administraciones desde 1959 hasta la fecha.
Lo anterior ha convertido a los cubanos  en un  pueblo cada vez más preparado e inteligente y resistente  y trajo consigo el realce de Cuba y de América  Latina a nivel internacional con un  respaldo cada vez mayor en  el contexto latinoamericano (ALBA y CELAC).
En el nuevo escenario político en su promesa de “cambio” el 17 de diciembre de 2014 el Presidente Obama dijo: “Los Estados Unidos hoy están cambiando sus relaciones con el pueblo de Cuba y realizando los cambios más significativos en nuestra política en más de 50 años. Pondremos fin a un enfoque anticuado que durante décadas no ha podido promover nuestros intereses.”
En enero de 2015 dicta un grupo de medidas  entre las que no veo por ninguna parte que vaya a cesar el bloqueo, la subversión en diversas modalidades, la devolución del territorio que ocupa la Base Naval de Guantánamo, el cese de las transmisiones radiales y televisivas contra Cuba y la compensación justa a nuestro pueblo por los daños humanos y económicos que ha sufrido, medidas esenciales para normalizar las relaciones
Pienso que hemos avanzado y debemos sentirnos orgullosos, pero no podemos pensar que el conflicto Estados Unidos-Cuba ha llegado a su fin, pues como dijera Raúl Castro Ruz el 28 de enero de 2015 “Los voceros del gobierno norteamericano han sido claros en precisar que cambian ahora los métodos, pero no los objetivos de la política, e insisten en actos de injerencia en nuestros asuntos internos que no vamos a aceptar”.
La respuesta ya la dijo el Presidente Raúl “… no se debe pretender que, para ello, Cuba tenga que renunciar a sus ideales de independencia y justicia social, ni claudicar en uno solo de nuestros principios, ni ceder un milímetro en la defensa de la soberanía nacional”