viernes, 22 de septiembre de 2017

No bajar la guardia

“La historia de nuestra gloriosa Revolución no se pudiera escribir sin la historia de los Comités de Defensa de la Revolución” (CDR)”, estas son palabras  del líder histórico de la Revolución Cubana Fidel Castro,  que hoy a solo 6 días de celebrarse el aniversario 57 de la creación de dicha organización vale la pena  retomar.



Y es que  Fidel,  el hombre que  condujo el destino de Cuba durante casi medio siglo revelando desde muy joven su reconocido carisma y capacidad de liderazgo, fue el principal promotor de  la fundación de los CDR en 1960, cuando rodeado de casi un millón de personas congregadas frente al antiguo Palacio Presidencial (hoy Museo de la Revolución) propuso establecer un sistema de vigilancia revolucionaria colectiva.
Así nacieron los primeros Comités de Defensa de la Revolución, organización que según cuenta la historia seis meses y varios días después desarticularía a los elementos que pretendían servir de quinta columna a la brigada mercenaria derrotada en Playa Girón.

Muchas son las tareas y retos que cumplen sus miembros desde  las primeras décadas de la revolución hasta la fecha, como rueda directriz del barrio que encauza las necesidades del pueblo. Acoge  en su seno a mujeres, hombres, ancianos, estudiantes, trabajadores, campesinos, profesionales, intelectuales, jubilados o amas de casas,  en general toda la población mayor de 14 años.
Con el paso de los años se fueron sumando otras actividades de interés popular como el trabajo voluntario, actividades patrióticas, barrio debates relacionados con la salud fundamentalmente  campañas de vacunación, donaciones de sangre e higienización y otros temas de interés nacional, además de la recogida de materia prima y la guardia cederista como garantía de la tranquilidad ciudadana.
Por estos días tras el paso del huracán Irma se hace más notable cuanta familiaridad, sentido de humanidad, sacrificio y solidaridad,  muestran los cederistas de las zonas afectadas, eso no se ve en todas partes del mundo, esas  cualidades, son fruto de lo que sembró Fidel  y no podemos bajar la guardia

Pienso que hoy más que nunca hay que  continuar fortaleciendo la organización y lograr un mayor acercamiento a las más jóvenes generaciones,  perfeccionar su funcionamiento,  convertir este 28 de septiembre en una gran celebración  como tradicionalmente  se hace,  con la sabrosa caldosa y otros comestibles, actividades culturales con el talento artístico del barrio y compartir  en familia  donde prevalezca la unidad del pueblo.

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