“La historia de nuestra gloriosa
Revolución no se pudiera escribir sin la historia de los Comités de
Defensa de la Revolución” (CDR)”, estas son palabras del líder
histórico de la Revolución Cubana Fidel Castro, que hoy a solo 6 días
de celebrarse el aniversario 57 de la creación de dicha organización
vale la pena retomar.
Y es que Fidel, el hombre que condujo el destino de Cuba durante casi medio siglo revelando desde muy joven su reconocido carisma y capacidad de liderazgo, fue el principal promotor de la fundación de los CDR en 1960, cuando rodeado de casi un millón de personas congregadas frente al antiguo Palacio Presidencial (hoy Museo de la Revolución) propuso establecer un sistema de vigilancia revolucionaria colectiva.
Así nacieron los primeros Comités de Defensa de la Revolución, organización que según cuenta la historia seis meses y varios días después desarticularía a los elementos que pretendían servir de quinta columna a la brigada mercenaria derrotada en Playa Girón.
Muchas son las tareas y retos que cumplen sus miembros desde las primeras décadas de la revolución hasta la fecha, como rueda directriz del barrio que encauza las necesidades del pueblo. Acoge en su seno a mujeres, hombres, ancianos, estudiantes, trabajadores, campesinos, profesionales, intelectuales, jubilados o amas de casas, en general toda la población mayor de 14 años.
Con el paso de los años se fueron sumando otras actividades de interés popular como el trabajo voluntario, actividades patrióticas, barrio debates relacionados con la salud fundamentalmente campañas de vacunación, donaciones de sangre e higienización y otros temas de interés nacional, además de la recogida de materia prima y la guardia cederista como garantía de la tranquilidad ciudadana.
Por estos días tras el paso del huracán Irma se hace más notable cuanta familiaridad, sentido de humanidad, sacrificio y solidaridad, muestran los cederistas de las zonas afectadas, eso no se ve en todas partes del mundo, esas cualidades, son fruto de lo que sembró Fidel y no podemos bajar la guardia
Pienso que hoy más que nunca hay que continuar fortaleciendo la organización y lograr un mayor acercamiento a las más jóvenes generaciones, perfeccionar su funcionamiento, convertir este 28 de septiembre en una gran celebración como tradicionalmente se hace, con la sabrosa caldosa y otros comestibles, actividades culturales con el talento artístico del barrio y compartir en familia donde prevalezca la unidad del pueblo.
Y es que Fidel, el hombre que condujo el destino de Cuba durante casi medio siglo revelando desde muy joven su reconocido carisma y capacidad de liderazgo, fue el principal promotor de la fundación de los CDR en 1960, cuando rodeado de casi un millón de personas congregadas frente al antiguo Palacio Presidencial (hoy Museo de la Revolución) propuso establecer un sistema de vigilancia revolucionaria colectiva.
Así nacieron los primeros Comités de Defensa de la Revolución, organización que según cuenta la historia seis meses y varios días después desarticularía a los elementos que pretendían servir de quinta columna a la brigada mercenaria derrotada en Playa Girón.
Muchas son las tareas y retos que cumplen sus miembros desde las primeras décadas de la revolución hasta la fecha, como rueda directriz del barrio que encauza las necesidades del pueblo. Acoge en su seno a mujeres, hombres, ancianos, estudiantes, trabajadores, campesinos, profesionales, intelectuales, jubilados o amas de casas, en general toda la población mayor de 14 años.
Con el paso de los años se fueron sumando otras actividades de interés popular como el trabajo voluntario, actividades patrióticas, barrio debates relacionados con la salud fundamentalmente campañas de vacunación, donaciones de sangre e higienización y otros temas de interés nacional, además de la recogida de materia prima y la guardia cederista como garantía de la tranquilidad ciudadana.
Por estos días tras el paso del huracán Irma se hace más notable cuanta familiaridad, sentido de humanidad, sacrificio y solidaridad, muestran los cederistas de las zonas afectadas, eso no se ve en todas partes del mundo, esas cualidades, son fruto de lo que sembró Fidel y no podemos bajar la guardia
Pienso que hoy más que nunca hay que continuar fortaleciendo la organización y lograr un mayor acercamiento a las más jóvenes generaciones, perfeccionar su funcionamiento, convertir este 28 de septiembre en una gran celebración como tradicionalmente se hace, con la sabrosa caldosa y otros comestibles, actividades culturales con el talento artístico del barrio y compartir en familia donde prevalezca la unidad del pueblo.
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