Con la llegada del tercer miércoles de noviembre Día Mundial de la Enfermedad Pulmonar
Obstructiva Crónica (EPOC), en Cuba como en otros países del mundo se
intenta promover una profunda comprensión de la enfermedad y una mejor atención
a los pacientes.
Ese día se acompaña de una serie de actividades a
cargo de profesionales de la salud, grupos de pacientes y personas que los rodean,
para de alguna manera concientizarlos de
la importancia de luchar contra
cualquier factor de riesgo, como la
exposición al humo de tabaco ya sea de forma pasiva o activa, la contaminación del aire, tanto en espacios
cerrados como en el exterior y la inhalación de partículas de polvo y
sustancias químicas.
La EPOC es la más común de las enfermedades
crónicas de pulmón en todo el mundo, razón por la cual la Organización Mundial de Salud (OMS) prevé
que para 2030 esta dolencia se habrá erigido en la tercera causa más importante
de mortalidad en todo el mundo.
Es preciso
dar apoyo a aquellas personas que padecen la enfermedad para ayudarlos a hacer su vida más duradera y
evitar que otros la contraigan por
causas que son totalmente eludibles, pues todos podemos respirar aire puro.
Considero que no solo este día sino todos los posteriores pueden convertirse
en la gran oportunidad, para desde cada hogar donde se convive en familia, desde cada
centro laboral y de estudio y lugares
públicos, cada quien aporte su granito de arena a favor de la salud, en la que
el estado cubano pone todo su empeño a
través de la atención médica gratuita al pueblo.
Y esto solo puede lograrse con el concurso de
todos en la eliminación de hábitos
tóxicos y mediante el uso de los medios de protección
ante la necesidad de interactuar con sustancias químicas que deterioren o
afecten la función pulmonar del organismo.
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