Por
estos días es normal salir a la calle escuchar rumores y encontrar semblantes llenos de emociones y
es que se acerca una fecha muy esperada por todos, me refiero al 27 de febrero,
día en que corresponde poner en libertad al héroe cubano Fernando González
Llort,
tras cumplir la injusta condena de 15 años en una prisión federal de Safford,
en Arizona, Estados Unidos, como resultado de un amañado juicio por el gobierno
norteamericano.
Fernando
ha ganado una batalla, pero no la guerra, acabará su sufrimiento por la lejanía
de sus seres queridos y de su patria natal, ya no será más víctima de confinamientos,
vejámenes y atropellos, a causa de la larga condena a que fue sometido solo por
luchar contra el terrorismo, pero la verdadera guerra habrá vencido cuando
triunfe la justicia.
Mientras
Ramón Labañino, Antonio Guerrero y Gerardo Hernández continúen bajo el más severo régimen
carcelario, dotados de prohibición o restricción de visitas de sus familiares, de
la falta de atención médica adecuada, entre otras acciones inhumanas, la lucha
de todo el pueblo no cesará. Ahí estará René, ahí estará Fernando, dando muestras
de lealtad a sus compañeros, a sus hermanos de lucha, a la Revolución y a sus
principios.
Como dijera el ya desaparecido abogado
norteamericano Leonard Weinglass, representante legal de Antonio Guerrero e
incansable luchador por la causa de los Cinco “Lo peor que
puede pasarle a alguien dentro del sistema de justicia norteamericano es estar
solo. La solidaridad es necesaria para indicar que el mundo está vigilando y
que la ley debe cumplirse.”
Por eso el pueblo de
Cuba y todo el movimiento internacional generado a favor de su liberación, hoy
más firme que nunca y convencido de la justeza de sus ideas, continúa
luchando por el regreso definitivo a la Patria de estos compatriotas.
Incontables son las
acciones solidarias ocurridas en estos
largos años en Cuba y el mundo, expresadas a través de mensajes, discursos,
trabajos periodísticos y de diversas maneras para que se haga justicia, pero no
nos cansaremos desde el occidente cubano los sandinenses nos hacemos eco de las
palabras de René cuando expresó:”seguiremos
apelando a esos valores y a la vocación del pueblo norteamericano con toda la
paciencia, la fe y el coraje que nos puede infundir el crimen de ser dignos”.
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