Guanahacabibes en el centro de la historia

 Hace 118 años hubo un acontecimiento que quedó recogido para siempre en las páginas de la historia local y nacional. De las cuatro expediciones que ocurrieron en la zona de Guanahacabibes durante la guerra del 95, la encabezada por el  General Juan Rius Rivera,  trascendió hasta nuestros días como un suceso que ubicó en su centro a dos grandes figuras.

Con 35 expedicionarios, la  embarcación Three Friends llegó a costas cubanas por la apartada localidad. En horas del mediodía del 18 de septiembre de 1896 comenzaron a llegar los primeros cargamentos al campamento del  General Antonio Maceo ubicado en Puerta de la Güira en la zona de La Jarreta. Allí se produjo el emotivo encuentro entre ambos generales que ya habían luchado juntos en la Guerra de los Diez Años.

Por sus méritos acumulados en la contienda anterior y su condición de internacionalista,  Rius Rivera se convirtió en el segundo Jefe Militar Mambí en Vueltabajo,  después de Antonio Maceo.

Ha sido muy difícil seguir el camino histórico de una parte importante de los expedicionarios de aquella embarcación  porque varios murieron en acciones de guerra, otros por enfermedades y un grupo cayó en manos del ejército español, como fue el caso de los tres rusos, a los cuales fusilaron.
Destino similar siguió Juan Rius Rivera, herido en combate  y prisionero en marzo de 1897 cuando era Jefe del Ejército Libertador en Vueltabajo.

Dentro del grupo de cubanos que sumaban 26  e  integraron aquella expedición,  se encontraba  el joven Francisco Gómez Toro que se convirtió en el ayudante personal de Maceo. Había además cinco norteamericanos, los 3 rusos y Rius como puertorriqueño.

No hay dudas de que los pertrechos de guerra traídos,  el ánimo de contribuir  a la libertad de los cubanos y la  composición heterogénea del grupo, demostraron la solidaridad internacional con la contienda bélica que  se desarrollaba  en la nación.

Son sucesos de la historia local que dan vida a uno de los tantos preceptos martianos: “De amar las glorias pasadas, se sacan fuerzas para adquirir glorias nuevas”.


Escrito por  Marelis Corvea Barreto