A partir del año 1994, cada 17 de junio
se celebra el Día Mundial de Lucha contra la Desertificación y la Sequía
por acuerdo de la Asamblea General de las Naciones Unidas. Sin
embargo, no basta con la proclamación de una fecha para combatir esos
flagelos.
La Tierra necesita de más acciones que, de manera sistemática, contribuyan a erradicar los agentes negativos responsables del deterioro actual. El desafío por la supervivencia de nuestra especie incluye el reto de detener la desertificación y la sequía, por cuánto, ambas categorías representan un peligro para la seguridad alimentaria del ser humano.
La deforestación y el empleo de los recursos hídricos de modo irresponsable, figuran entre las causas más graves desencadenantes de un escenario cada vez más árido en el que todos tenemos mucho que perder. Cuba no está exenta de estos fenómenos. Por ese motivo, se ejecutan programas territoriales, que incluyen alternativas para garantizar un manejo sostenible de las tierras afectadas.
La realización del canal desde el Río Cuyaguateje, ubicado en el occidente pinareño, hasta la zona sur de Sandino, el proyecto endógeno en el asentamiento poblacional de Río Verde Norte en la cabecera municipal, así como los incontables talleres impartidos por la Empresa Forestal Integral Guanahacabibes contra la sequía y la ocurrencia de incendios, los programas de reforestación y las acciones de Recursos Hidráulicos para proteger las aguas subterráneas, son algunas de las acciones que han tenido lugar aquí a favor de la tierra en aras de contrarrestar los efectos de la sequía y la desertificación.
A todo ello se suma el Programa de Operación número 15, es uno de esos tantos proyectos materializados en la provincia de Pinar del Río.
Esta iniciativa ha sido implementada por especialistas de la Delegación del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente. En la misma participan varias Empresas de Vueltabajo con el mismo objetivo, en zonas áridas de la llanura Sur occidental de esta provincia. Quehacer en el que ya se acumulan experiencias.
Por ejemplo Las Martinas, es un territorio identificado como sitio de intervención de los proyectos para la protección de sus suelos.
De igual forma se ejecutan planes de reforestación y de educación ambiental en el sector agropecuario, y ponen en práctica otras medidas dirigidas al beneficio de las tierras explotadas y áridas. Se busca, además despertar la conciencia de los que hacen uso de los suelos y se promueve la cooperación entre los habitantes de las comunidades perjudicadas.
Nuestra realidad dista de la mundial. En Cuba las acciones no se desvanecen en promesas ni en discursos vacíos. La Tierra no necesita palabras para halagar su oído. La Tierra urge de acciones y conductas concretas dirigidas hacia la preservación de los suelos, de los ecosistemas; contra la sequía y la desertificación para con ello salvar la vida. En Sandino tal empeño es una realidad.
La Tierra necesita de más acciones que, de manera sistemática, contribuyan a erradicar los agentes negativos responsables del deterioro actual. El desafío por la supervivencia de nuestra especie incluye el reto de detener la desertificación y la sequía, por cuánto, ambas categorías representan un peligro para la seguridad alimentaria del ser humano.
La deforestación y el empleo de los recursos hídricos de modo irresponsable, figuran entre las causas más graves desencadenantes de un escenario cada vez más árido en el que todos tenemos mucho que perder. Cuba no está exenta de estos fenómenos. Por ese motivo, se ejecutan programas territoriales, que incluyen alternativas para garantizar un manejo sostenible de las tierras afectadas.
La realización del canal desde el Río Cuyaguateje, ubicado en el occidente pinareño, hasta la zona sur de Sandino, el proyecto endógeno en el asentamiento poblacional de Río Verde Norte en la cabecera municipal, así como los incontables talleres impartidos por la Empresa Forestal Integral Guanahacabibes contra la sequía y la ocurrencia de incendios, los programas de reforestación y las acciones de Recursos Hidráulicos para proteger las aguas subterráneas, son algunas de las acciones que han tenido lugar aquí a favor de la tierra en aras de contrarrestar los efectos de la sequía y la desertificación.
A todo ello se suma el Programa de Operación número 15, es uno de esos tantos proyectos materializados en la provincia de Pinar del Río.
Esta iniciativa ha sido implementada por especialistas de la Delegación del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente. En la misma participan varias Empresas de Vueltabajo con el mismo objetivo, en zonas áridas de la llanura Sur occidental de esta provincia. Quehacer en el que ya se acumulan experiencias.
Por ejemplo Las Martinas, es un territorio identificado como sitio de intervención de los proyectos para la protección de sus suelos.
De igual forma se ejecutan planes de reforestación y de educación ambiental en el sector agropecuario, y ponen en práctica otras medidas dirigidas al beneficio de las tierras explotadas y áridas. Se busca, además despertar la conciencia de los que hacen uso de los suelos y se promueve la cooperación entre los habitantes de las comunidades perjudicadas.
Nuestra realidad dista de la mundial. En Cuba las acciones no se desvanecen en promesas ni en discursos vacíos. La Tierra no necesita palabras para halagar su oído. La Tierra urge de acciones y conductas concretas dirigidas hacia la preservación de los suelos, de los ecosistemas; contra la sequía y la desertificación para con ello salvar la vida. En Sandino tal empeño es una realidad.
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